Aire, necesitamos aire gritaba el pez en la pecera. Caminando subiendo una de las famosas cuestas de nuestra ciudad hermosa tuve que parar, me quedaba sin aire. Vivimos unos momentos en los que el aire, gratis por suerte, se hace más necesario que nunca. Por desgracia, todos sabemos que el aire en estos momentos, nos puede dar tanto la vida como mermarla. La necesidad de cuidar el aire que respira el otro es más importante que nunca y no lo decimos solo por necesidad de pulmones verdes sino por que cada uno de nosotros sea consciente del otro, use ese poder mágico llamado empatía, y cuide, proteja al compañero de autobús, al compañero de colegio, al enfermero que le toma una vía o al hostelero que con tanto esfuerzo le dedica la mejor de sus recetas.
Las personas con TEA en general y en concreto, los horizontales azules cada día nos dan un ejemplo de respeto y cuidado no ya por mi o mi compañero de fatigas sino por como están llevando a rajatabla las medidas de protección ante este virus que tanto nos está afectando. Siendo positivos, nos damos cuenta que ante la adversidad es la diversidad junto con nuestros mayores los que una vez más nos indican el camino a seguir. Lo tenemos claro, solo hay que abrir los ojos un poco y hacer un esfuerzo, pequeño en comparación con el que están haciendo las personas con diversidad o las personas ancianas.
Si nos lo tomáramos en serio, seguro que ahora estarías disfrutando de una buena cena entre amigos, sin poner en riesgo la vida de nadie, ni la tuya propia. Sed más originales y tomar como ejemplo lo bueno, hay muchos. Tómate tu tiempo pero no tardes que el verano se acerca y queremos llegar a ver la puesta de sol en el horizonte naranja al lado de nuestros seres queridos.