Septiembre 2021. Para muchos un mes especial, si cabe uno de los más importantes. Volvemos de las vacaciones, algunos con la mochila llena de sueños, otros con esa mochila un poco más ligera de sinsabores pero al final nos encontramos por igual en la misma casilla de salida de este apasionante curso académico. Seguimos con el escudo y la armadura para evitar contagiarnos y contagiar, en eso nada ha cambiado. Muchos papás, mamás y profes comienzan este mes con temores lógicos de lo que puede ser y no será en muchos casos, en otros no tendremos tanta suerte. Lo que sí es seguro es que una vez más daremos lo mejor de cada uno para que este año, esa ansiada normalidad, sea algo más que un deseo. Es posible que tarde un poco, y este sea no el último pero casi; dependerá en gran medida de nosotros. Nuestro objetivo como educadores es hacer de este mundo un lugar más habitable para todos / as, tengan o no diversidad; hagamos el esfuerzo, es un deber para que más pronto que tarde, tengamos unas aulas sin mascarillas pero llenas de sonrisas, con burbujas pero las de jabón, de juegos mezclados, cooperativos de verdad y ya puestos a pedir, una escuela un poco más inclusiva, “más humana menos mala” como decía una conocida canción. Seamos un poco más cabras y menos mecánicos. Soñemos.