Somos frágiles, cualquier palabra nos puede dañar.
El ser humano es lenguaje, complejo y simple a partes iguales. A través del lenguaje podemos lograr alcanzar las mayores cimas pues es nuestra voz la que nos motiva, nos hace seguir a pesar del dolor de nuestras piernas cansadas o el agotamiento de los ojos tras horas y horas de estudio. Nuestra voz y nuestro lenguaje, configuran nuestra vida privada y pública.
En ocasiones nos encontramos que nuestra voz no sale de nuestros labios sino de nuestra mirada o de nuestras manos. La intención siempre estará ahí, comunicarnos, expresarnos.
Ahora solo tienes que intentar descifrar lo que esa voz silenciada, esos ojos aparentemente perdidos, esas manos que buscan tu contacto… quieren decir.
En ocasiones, el mundo se rige por diferentes normas, códigos, en ocasiones sí, somos diferentes.