Cuando nos referimos al Autismo y Síndrome de Asperger se habla mucho de la atención temprana, de los primeros años, de la formación, estimulación y acompañamiento pero poco del acompañamiento en la adolescencia y en el resto de las etapas de la vida.
Los chic@s adolescentes empiezan a proclamar independencia y menos «control» por parte de los educadores. Empiezan a rechazar las ayudas y apoyos. Cierto es que son años de trabajo e intervención tanto con el niñ@ como con la familia, un trabajo que ha dado sus frutos convirtiendo al niñ@ con TEA en una persona más capaz en lo que socialización, comunicación, autonomía y autoestima se refiere. Y eso es bueno!!! muy bueno!!! Por que significa que hemos alcanzado los objetivos propuestos. Pero………¿ Se queda ahí todo?, ¿ Abandonamos la intervención?, ¿ Hemos superado todas las barreras?, ¿Ha finalizado la necesidad de apoyo?
La respuesta es NO.
Los chic@s y adult@s con Autismo y Asperger, seguirán presentando problemas que afecten a su interacción social y a la incomprensión que esto genera. Estos problemas afectan su su día a día y al entorno con el que se relaciona. Los problemas más frecuentes son: dificultades para relacionarse y comunicarse, dificultad de utilizar el lenguaje de manera eficaz, modificación de hábitos y/o conductas, dificultades tanto en la búsqueda de empleo como para adaptarse al entorno laboral, dificultades en encontrar pareja y mantenerla, sexualidad, dificultades en el ámbito doméstico, etc. Pudiendo desarrollar comportamientos, actividades e intereses repetitivos, inadecuados y restrictivos, pudiendo tener consecuencias negativas para ellos (soledad, rechazo, ansiedad, depresión) como para su entorno.
Es hora de replantearnos otro modelo de intervención, donde la confianza entre el terapeuta y el propio chic@ no siempre pasa por los padre y/o familias, nuestras conversaciones serán privadas y confidenciales y el propio chic@ así debe entenderlo, pero también las familias. Además las sesiones, no tiene porqué realizarse en el propio gabinete, si no que se pueden realizar en contexto natural como cafetería, parque, en la propia casa del chic@, etc.
«Ir juntos es comenzar.
Mantenerse juntos es progresar.
Trabajar juntos es triunfar»